28 lugares para viajar con tus amigos en México

Súbete al tren Chihuahua-Pacifico (CHEPE) en Los Mochis para llegar a las Barrancas del Cobre. Aquí puedes ver las cascadas más altas de México: Piedra Volada con 452 metros y Basaseachic que alcanza 312 metros de altura.

Además hay muchas rutas para hacer caminatas en la zona –algunas toman unas horas y otras un par de días– en las que lo mejor es ir con un guía rarámuri (nombre con el que los tarahumaras se refieren a sí mismos). También te recomiendo el Parque de Aventuras Barrancas del Cobre, con su recorrido de casi cinco kilómetros de tirolesas, rapeles y puentes. Además ofrecen paseos a caballo, bicicleta de montaña y escalada en roca.

La Huasteca es un parque de diversiones natural, perfecto para los que amamos la aventura. Si te gusta bucear, aquí puedes hacerlo en la aguas cristalinas de la laguna de la Media Luna o hacer descenso por las aguas turquesas del río Tampaón y visitar la espectacular cascada de Tamul. Incluso puedes hacer base jumping en el Sótano de las Golondrinas, un abismo de más de 300 metros de profundidad.

Cuando el cuerpo ya no aguante, vete a visitar Las Pozas en Xilitla, un jardín en la selva lleno de esculturas  fantásticas creadas por el artista inglés Edward James.

Otro gran lugar para viajar con amigos en México es la Isla Espíritu Santo en Baja California Sur, donde puedes acampar en playas vírgenes, caminar por el desierto, hacer kayak o esnorquelear.

También puedes nadar con lobos marinos, tortugas o mantarrayas. Tendrás la sensación de estar lejos de todo, pero bien conectado pues es muy fácil llegar desde La Paz.

A mí me encanta juntarme con mis amigos y tomar algo mientras platicamos y nos divertimos. Si eres como yo, ¿por qué no cambiar de aires e ir directamente a los lugares en donde se producen nuestras bebidas favoritas?

La cultura del vino en México ha ido creciendo y tiene como epicentro el Valle de Guadalupe, cerca de Ensenada. Ahí se producen las etiquetas de mayor renombre en el país: L.A. Cetto, Pedro Domecq y Monte Xanic.

Si Baja California te queda lejos, Querétaro también tiene una importante región vinícola en Ezequiel Montes, cerca de Tequisquiapan. Ahí puedes visitar casas como La Azteca, Casa Freixenet y la Redonda.

Santiago Matatlán, a una hora de la ciudad de Oaxaca, es la capital mundial del mezcal. Cuando vayas no dejes de visitar plantaciones y destilerías en las que probarás diferentes tipos de mezcal.

Te recomiendo que visites la casa Armando Guillermo Prieto, la mayor planta de mezcal del planeta.

Si te gusta el tequila, no existe mejor destino que la población que le da su nombre: el Pueblo Mágico de Tequila.

Para grupos de amigos, un plan muy divertido es subir a bordo del Tequila Express y hacer el tour de Mundo Cuervo para aprender el proceso y entrar a una cata de tequila. ¡Salud!

Láncense a la costa del Pacífico, donde hay un destino hippie por excelencia: Sayulita en Nayarit. Pasen el día surfeando en sus olas que son famosas en todo el mundo y después relájense bajo una palapa mientras toman cerveza y agua de coco.

Durante las noches, reúne a tus amigos alrededor de una fogata en la playa, donde nunca faltará alguien con una guitarra para hacerles disfrutar la noche.

Tulum tiene una vibra mágica que atrapa a todos los que buscan una atmósfera diferente en contraste con el ambiente de fiesta de Cancún o Playa del Carmen. Siéntete libre de caminar descalzo, platicar con visitantes de todo el mundo y visitar las boutiques de productos esotéricos y artesanales.

En Tulum dan ganas de quedarse por semanas, echarse en una hamaca sin hacer nada más que disfrutar de la vida y la selva, nadar en los cenotes y hacer yoga en la playa al amanecer. ¿Por qué no disfrutar de esta buena vibra con tus amigos más cercanos?

Todos Santos en Baja California Sur es un destino que ha atraído a surfers y artistas de todo el mundo que buscan inspiración entre el desierto y el mar.

Visita con tus amigos el Hotel California, del que se rumora que el grupo The Eagles se inspiró para escribir la famosa canción. Camina por sus calles tranquilas, llenas de galerías de arte y cafés bohemios. Aquí el tiempo no corre, pero la vida sí que se disfruta.

Uno de mis recorridos favoritos es la Ruta Puuc en Yucatán. En un solo día puedes visitar la antigua ciudad de Uxmal, especial por su pirámide ovalada, así como los sitios de Kabah, Sayil, Xlapak y Labná.

Aquí también podrán conocer las cuevas de Loltún con pinturas rupestres y herramientas de hace 10,000 años.

Cerca de la ciudad de Oaxaca pueden visitar dos clásicos: Monte Albán y Mitla, grandes centros zapotecas reconocidos a nivel mundial.

Les recomiendo que también se paren a explorar sitios zapotecas más pequeños, pero no menos interesantes como Arrazola, Dainzú, Yagul y Atzompa.

En el norte de Puebla y Veracruz encontrarán los restos de la cultura totonaca en ciudades como Yohualichan, Cempoala, El Cuajilote y la siempre impresionante ciudad de El Tajín, donde tuvo origen la tradición de los Voladores de Papantla, la cual impresiona siempre.

La Angelópolis es famosa tanto por su comida callejera como por su alta cocina. Mientras caminan por las calles del centro, prueben las memelas, quesadillas, cemitas o molotes.

Entren a uno de los muchos restaurantes y pidan mole o pipián; si van en septiembre tienen que probar unos chiles en nogada. No se olviden del postre, con su gran variedad de dulces típicos.

Oaxaca también es un paraíso si les gusta comer. Dense una vuelta por el mercado, visitando los puestos y viendo las delicias que ofrecen. Cómanse unas tlayudas, compren moles y chocolate para llevarse a casa, o siéntense a disfrutar de un buen tasajo.

Si se animan, prueben mi plato favorito en Oaxaca: tacos de chapulines con guacamole.

Además de pirámides y cenotes, Yucatán es famosa por su comida y con justa razón. Cualquier restaurante local ofrece una deliciosa sopa de lima con agua de chía para empezar, seguida del platillo estrella: la cochinita pibil con una rica salsa de chile habanero.

Si quieren probar otras cosas, intenten unos papadzules o unos taquitos de poc chuc o carne de puerco asada.

Si prefieren unos ricos mariscos, su mejor opción es ir al Pacífico y especialmente a Sinaloa, estado famoso por su comida marina.

Inicien con un coctel de camarón o unos ostiones en su concha, con limón y salsa Tabasco. Luego prueben un excelente pescado sarandeado. Si les gusta la comida más picante, uno de mis platillos preferidos es un aguachile verde estilo Sinaloa.

El Bajío jugó un papel vital en la historia de México, especialmente en los últimos 200 años. En Dolores Hidalgo, asómense a la Parroquia desde la que Miguel Hidalgo dio el Grito de Independencia y al Museo Casa Hidalgo.

Después váyanse a Guanajuato donde les recomiendo visitar la Alhóndiga de Granaditas y el monumento al Pípila, héroe de una de las primeras batallas de la guerra de Independencia. Por la tarde exploren las famosas calles subterráneas y túneles de la ciudad.

No pueden perderse  San Miguel de Allende, la más reciente ciudad del país en ser nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las poblaciones más importantes durante la Colonia.

Querétaro es otro importante centro de la rebelión que derivó en la Independencia. Paseen por el Jardín Zenea, el Palacio de la Corregidora y el maravilloso acueducto que es el símbolo de la ciudad.

Sigan otra ruta rica en historia en Puebla y su vecina Cholula. Este Pueblo Mágico fue un importante centro ceremonial para las culturas precolombinas y es un lugar muy interesante para visitar, pues los españoles construyeron una iglesia sobre una pirámide.

En la ciudad de Puebla visiten la catedral con las torres más altas de México y la primera biblioteca en América. También está aquí la casa de los Hermanos Serdán, donde inició la Revolución mexicana y los fuertes en los que se derrotó a los franceses en la batalla del 5 de mayo.

La ballena gris hace la migración más larga del mundo, recorriendo más de 11,000 kilómetros desde el estrecho de Bering hasta las lagunas de la península de Baja California. Llegan en diciembre para dar a luz y alimentar a sus crías, regresando a las aguas polares en el mes de marzo.

Súbanse a un bote en Guerrero Negro para ver de cerca a algunos de los animales más grandes del mundo.

En la península de Yucatán encontrarán grandes colonias de flamingos rosados en dos lugares: Celestún y Río Lagartos. Lo mejor que pueden hacer es tomar un paseo en bote a través de las marismas para acercarse a los islotes y lagunas donde viven.

En estos paseos también es posible que se encuentren con cocodrilos y, al terminar, aprovechen para armar una guerra de barro entre ustedes.

En el centro del país hay dos eventos naturales que no se pueden perder: las migraciones de la mariposa monarca y de las luciérnagas. Cada octubre, millones de mariposas monarca llegan a los bosques del Estado de Mexico y Michoacán, provenientes de Canadá. Caminen por el bosque entre millones de mariposas.

En los bosques de Tlaxcala, cerca de Nanacamilpa, las noches de verano son ideales para ver el espectáculo de las luciérnagas. Las hembras se iluminan para atraer machos, creando un espectáculo de luces surreal que ninguno de ustedes olvidará.

En Acapulco la fiesta nunca acaba; el ambiente es legendario en antros como Palladium, Mandara o Baby´O. También pueden caminar por la Avenida Costera Miguel Alemán y entrar y salir de muchos bares que se encuentran ahí.

¿Para el día siguiente? La playa del Princess es un muy buen punto de reunión para verse con los cuates.

Si buscas un ambiente más internacional, Playa del Carmen es tu mejor opción. Disfruta un día de fiesta en Playa Mamitas, después camina por la 5ª avenida visitando los diferentes bares antes de irte a la Calle 12 en la que están los antros clásicos como el Coco Bongo, la Vaquita y el Mandala.

Termina la noche con broche de oro viendo el amanecer desde la playa.

Es reconocida como una de las ciudades con más museos en el mundo, pues cuenta con más de 150. Es un requisito para todo mexicano visitar el Museo Nacional de Antropología e Historia y también vale la pena que visiten el Museo de Arte Moderno, el Templo Mayor, la Casa Dolores Olmedo y el Franz Mayer. Si tienen intereses más particulares también hay museos especializados como el Museo del Juguete Antiguo, el Museo de Calzado o el Museo del Chocolate.

Cada mes se organiza una noche de museos en la que pueden visitar varios de ellos hasta altas horas de la noche, con entrada libre o a precios muy reducidos; así que ya no hay excusas para dejar de ir.

Fuera de la capital, las opciones son muchas y de gran calidad. En la capital de Zacatecas destaca el Museo Regional de Guadalupe con pintura colonial mexicana; el Museo Pedro Coronel con piezas de arte prehispánico y obras de todo el mundo y el Museo de la Toma de Zacatecas, en el cerro de la Bufa.

Sobre todo, les recomiendo el  Museo Rafael Coronel que reúne más de 10,000 máscaras en lo que se considera la mayor colección del mundo.

Los lacandones de Chiapas son un grupo maya que se refugió en la selva para escapar de la Conquista. Visita los pueblos en los que viven y disfruta de maravillosos paisajes como la Laguna de Miramar y la Selva Lacandona.

También en Chiapas encontrarás a los tzotziles en San Juan Chamula. No puedes dejar de entrar al famoso Templo de San Juan Bautista donde vivirás una experiencia surreal y auténtica, en la que los ritos católicos se mezclan con tradiciones chamanísticas, incluyendo ofrendas, sacrificios de animales, ritos y cantos. Disfruta y observa, pero por favor recuerda no tomar fotos dentro del templo.

Oaxaca es uno de los estados con mayor población indígena del país, lo que se refleja en sus exquisitas artesanías: el barro negro de San Bartolo Coyotepec, las alfombras de Teotitlán del Valle, el vidrio soplado de Santa María Atzompa y los alebrijes de Arrazola.

Si viajan en julio, no se pueden perder el baile de la Guelaguetza, fiesta que se celebra cada año en la capital del estado.