“Tequis”, como le llaman los lugareños, ofrece más que aguas termales para relajarte. Es un pueblo tranquilo y sus calles empedradas, sus plazas y fuentes de cantera rosa invitan a las parejas a pasear tomados de la mano y al escarceo bajo la sombra de sus centenarios árboles.
Desde este pueblo podrás comenzar tu aventura por la Ruta del Vino en Querétaro, acompañado de un buen quesito encurtido y claro, del amor de tu vida.