Aventúrate a explorar la ruta de los cenotes en Yucatán

Te recomiendo empezar por el cenote abierto Xcalah ubicado 30 minutos al norte de Mérida dentro del Parque Nacional Dzibilchaltún. Este cenote es muy popular por sus grandes dimensiones y profundidad. Mide 100 metros de largo y su parte más profunda alcanza los 45 metros. Es ideal para aquellos viajeros que gustan explorar el México prehispánico.

Además de refrescarte en sus aguas cristalinas, aquí podrás recorrer las ruinas arqueológicas, así como un pequeño museo maya. También te recomiendo acercarte al Templo de las Siete Muñecas. Este observatorio con forma de arco es un tributo al increíble conocimiento matemático y astronómico de los mayas.

El lugar es ideal para disfrutar cualquier época del año y pasar el día entero ahí. Cuenta con un restaurante y una tienda de artesanías con creaciones locales.

Sigue por la ruta de los cenotes en Yucatán hacia uno subterráneo tipo caverna. A tan solo 40 minutos de Mérida encontrarás el cenote Sambulá dentro de una gruta en la ciudad de Motul. Es ideal para familias gracias a su profundidad de entre uno y ocho metros. Por lo mismo, no es muy recomendable para el buceo, pero sí para el esnórquel.

Para adentrarse en la cueva es necesario bajar por una escalera de piedra. Es muy segura para niños, por si viajas en familia. Su interior está iluminado de manera artificial. Sus aguas son cristalinas y es hogar de una especie en extinción: un pez ciego llamado la dama blanca. Al practicar esnórquel podrás también ver en el fondo monolitos de unos 200 kilos.

El horario ideal para visitarlo es entre las 11:00 a.m. y las 2:00 p.m., pues es el periodo en el que el sol ilumina sus aguas frías. Cuentan con chalecos salvavidas en renta, áreas de descanso, palapa y baños. No hay un restaurante, pero te recomiendo pasar por el mercado a probar los famosos huevos motuleños.

Siguiendo el rumbo hacia Valladolid se encuentra el parque Los Siete Cenotes, una reserva privada de más de 200 hectáreas. Aquí podrás vivir dos grandiosas experiencias en un solo lugar: nadar en un cenote semiabierto y en otro inmerso en una caverna. Para hacerlo es necesario reservar con anticipación su “Aventura Maya”. Este es un lugar ideal para los viajeros con espíritu aventurero.

A poco más de una hora de Mérida, la experiencia comienza con una ceremonia en la que un sacerdote maya solicita a los dioses permiso para disfrutar de los cenotes en paz. Después, se toman bicicletas para iniciar el recorrido en grupos y explorar ambos cenotes con libertad. La aventura concluye con una comida tradicional yucateca de tres tiempos.

La reserva cuenta con actividades con costo extra como la tirolesa, el salto de Nachi Cocom y el de Xibalbá, todas ampliamente recomendadas. Esta experiencia dura un aproximado de siete horas.

Sin duda, Ik Kil es una de las atracciones imperdibles en la ruta de los cenotes en Yucatán. Este lugar es ideal para refrescarse antes o después de visitar Chichén Itzá. Es un cenote semiabierto con casi 50 metros de profundidad y dos plataformas para clavados. Es perfecto para los viajeros amantes de la aventura extrema. Para llegar al cenote hay que descender 26 metros por una escalera tallada.

La vista es espectacular tanto de arriba como de abajo. Hay enredaderas que bajan desde la abertura hasta el agua junto con pequeñas cascadas. Tiene un hermoso tono esmeralda y su gran profundidad le da toques oscuros. Asegúrate de verlo desde la superficie y, después, al saltar dentro de él, flotar de espaldas hasta el centro y mirar hacia arriba. ¡Es una experiencia mágica! El cenote cuenta con un restaurante con cinco diferentes menús y una bebida incluida.

Sin duda, uno de los lugares más fotografiados en la ruta de los cenotes en Yucatán es el cenote Suytun. Y es que su interior parece el escenario de una película de misterio. Su muelle de piedra se extiende hacia el centro de este cenote cerrado que tiene una pequeña abertura en la superficie. Así, la luz del sol penetra tímidamente hasta la plataforma creando una atmósfera enigmática.

Para llegar a él es necesario acceder por un túnel de escaleras. Si quieres que tu visita te regale la foto perfecta, te recomiendo visitarlo cerca del mediodía. Así, el sol estará en la posición perfecta para que sus rayos entren hasta sus aguas. Es necesario que no sea un día nublado y que en el interior haya la humedad necesaria. Dentro de las instalaciones hay otro cenote semiabierto. Es más pequeño y menos misterioso, pero también vale la pena conocerlo.