5 lugares cerca de Querétaro que no te puedes perder

A solo cincuenta minutos está Bernal, colorido Pueblo Mágico asentado a los pies de un enorme monolito, “la peña”, que se presume está entre los más grandes del mundo. Lo cierto es que hay quien asegura que está cargada de energía positiva y vibraciones, así que Bernal es consentido de chamanes esotéricos. Otros de sus atractivos son el Museo de la Máscara, en donde se exhiben objetos traídos de diversas partes del mundo, y el centro artesanal La Aurora, pequeño taller en donde se puede ver a los artesanos trabajar la lana.

En Bernal son típicas las gorditas de maíz quebrado, por lo que no puedes irte sin probarlas. Para mí las mejores están en los puestos de la Calle Independencia. Si tu onda es más gourmet también encontrarás opciones; hay una gran cantidad de vinícolas y queserías puesto que por ahí atraviesa la ruta del queso y el vino.

A tres horas, ya en el estado de Michoacán, se encuentra Pátzcuaro, ciudad a orillas del lago del mismo nombre, a la que caracterizan calles empedradas, plazas, iglesias y casonas de una indiscutible belleza. Un claro ejemplo es la Casa de los once patios, que en el siglo XVIII sirvió como hogar para las monjas dominicas.

Pátzcuaro es famoso a nivel mundial por las ofrendas y altares que sus habitantes instalan para celebrar el Día de Muertos. Durante la madrugada del 2 de noviembre, al panteón de la isla de Janitzio llegan peregrinos a pie o en balsas iluminadas con antorchas, para rendir honor a sus difuntos. Además, miles de turistas se acercan para ser testigos de tan impresionante festividad en la que abundan flores de cempasúchil, veladoras y comida.

Tres horas y cuarto hacia el noroeste se localiza Jalpan, poblado originalmente por tribus chichimecas que se resistieron a la conquista española por más de 200 años. Hoy en día es un atractivo Pueblo Mágico con una presa a la que llegan aves migratorias y un museo sobre la historia de la Sierra Gorda. Además en él se halla la primera de las cinco misiones franciscanas del estado que ayudaron a la evangelización y pacificación de la zona.

Santiago de Jalpan es el nombre de este templo en cuya fachada se puede observar el esplendor del barroco de la época novohispana. Forma parte de un conjunto que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

A una hora del centro de Querétaro, en el estado de Guanajuato, se encuentra San Miguel de Allende, destino de fama internacional que destaca entre los mejores del mundo por su historia, arquitectura, ambiente artístico y escena gastronómica. Visitarlo es perderse en sus calles blancas con techo de adobe y admirar la célebre Parroquia de San Miguel Arcángel. Cuenta la leyenda que el albañil encargado de su restauración en el siglo XVII usó como referencia una postal de la Catedral de Colonia en Alemania.

Fábrica La Aurora, centro de arte y diseño que alberga más de 50 galerías y boutiques y El Charco del Ingenio, reserva natural con una extraordinaria colección de suculentas, son otras dos razones por las cuales una escapada a San Miguel puede convertirse en un viaje memorable.

A tres horas y media, por la autopista Arco Norte aparece Huasca de Ocampo, hermosa localidad que en 2001 se convirtió en el primer Pueblo Mágico de Hidalgo y de todo México. Es famoso por sus estrechas calles en las que abundan las tiendas de cerámica. También es célebre por ser casa del Museo de los Duendes, único en su clase en el país, en el que se exhiben objetos y fotografías que pretenden demostrar la existencia de estos peculiares seres.

Sin duda el principal atractivo de Huasca son los Prismas Basálticos, formaciones rocosas que son resultado del enfriamiento de lava a las que bañan cuatro saltos de agua. Constituyen un atractivo turístico importante para la zona y están consideradas como una de las 13 maravillas naturales de México.