Con más de 200 edificios históricos construidos en la roca de tonos rosados, Morelia da la bienvenida a sus visitantes. Algo curioso, es que el centro histórico de Morelia es el único que no tiene zócalo entre todas las ciudades coloniales mexicanas, pero eso no impide que la catedral, varios palacios, el antiguo hospital, y otras bellas esculturas sobresalgan en su esencia.
Visita su acueducto que data del siglo XVIII, recorre el Museo Regional Michoacano, el Museo Morelos y el Teatro Ocampo. Si lo prefieres diviértete en el Zoológico Benito Juárez o en el Museo del Dulce.
Y claro, no te vas a perder de su gastronomía, disfruta unos tamales con queso y crema; la sopa tarasca, preparada con frijoles molidos, chile pasilla y puré de jitomate; y las enchiladas morelianas.