Riviera Maya

Vive la magia de la selva en Villas & Cenote Balam-Ha

Incluso con todas las amenidades que me ofreció el hotel como comida deliciosa hasta la puerta de mi palapa, baño caliente en una tina de piedra y camas muy cómodas, me fue imposible escapar de la tranquilidad y el misterio que se vive al estar en la selva. Su belleza te rodea por donde quiera que mires o escuches. Y tú, ¿alguna vez has dormido en la selva?

«¿Alguna vez has dormido en la selva?» Esa fue la frase de bienvenida con la que me recibieron en Villas & Cenote Balam-Ha. Y es que, si lo has hecho, sabrás que es una experiencia que no podrás olvidar. Hay quienes, después de haber pasado una noche aquí, lo dejaron todo para quedarse a vivir entre la naturaleza para siempre. Este es el caso de los creadores y administradores de este singular hotel que, sin dudarlo ni un minuto, decidieron hacer de la selva su hogar para después compartirlo con el mundo.

Mi familia y yo pasamos un fin de semana inolvidable en este paraíso gracias a la hospitalidad de su staff, a la comodidad de sus villas y, sobre todo, a la forma tan peculiar con la que reina la naturaleza en este lugar. El susurro de los árboles bailando al ritmo del viento, el jugueteo de los monos al pasear frente a nuestra villa, el canto de las aves al amanecer, el sonido del silencio al anochecer; cada experiencia fue tan única, tan especial y tan diferente a mi rutina citadina diaria, que no dejo de soñar con dejarlo todo y regresar a esa mágica selva.

¿Dónde encontrarlo?

Este original alojamiento se encuentra en Rancho San Martin, una comunidad exclusiva inmersa en maravillosa selva de Akumal. Está rodeado de vegetación y, según la época del año, podrás convivir con animales como monos, ardillas, zorros, iguanas, tucanes, aves exóticas y más.

Está ubicado a tan solo dos kilómetros de la paradisíaca Bahía de Akumal, un pueblo costero en la Riviera Maya reconocido por sus playas de arena blanca y aguas cálidas que guardan una abundante fauna marina que incluye cientos de tortugas.

La experiencia de la naturaleza

El viaje empieza desde la llegada al hotel. Un poco antes de entrar en Akumal, unos 10 minutos selva adentro, encontrarás las Villas & Cenote Balam-Ha. El camino no está pavimentado. Sus alrededores están saturados de belleza natural. Lo que hace que el trayecto sea más emocionante.

Al llegar, los dueños nos recibieron con los brazos abiertos, y un par de perros se acercaron a darnos una amigable bienvenida. Recuerdo que antes de saludar, lo primero que dije fue: «¡guau!». Cuanto más tiempo tomes para contemplar cada detalle del entorno, más descubrirás y más te sorprenderás.

 

No sé por dónde empezar a describir la maravilla de este lugar. La palapa se encuentra justo arriba del cenote, así que puedes refrescarte en sus aguas cristalinas solo con descender unos grandes escalones. La parte de abajo cuenta con una cocina, comedor y una sala de estar con sofás y una hamaca. Está completamente abierta, no hay paredes, ni ventanas. Es una extensión de la selva. ¡Increíble! Su decoración, así como la de cada una de las villas, es completamente mexicana. El dueño viajó por todo el país y trajo artesanías de cada rincón. Si quisieras llevarte una pieza de arte de recuerdo, puedes visitar su tienda La Calaca, ubicada en la avenida principal de Tulum. Ahí encontrarás obras únicas, muy originales y, sobre todo, muy mexicanas.

Para ir a la parte superior de la palapa hay unas escaleras de madera un poco empinadas. Al subir, te encontrarás con que tampoco hay ventanas, ni paredes. Las dos habitaciones se encuentran ocupando los extremos y están rodeadas por mosquiteros, mientras que en el centro hay otra pequeña sala con sillones, una mesa y dos hamacas. La vista a la selva desde ahí es insuperable.

Después de instalarnos me acosté en la hamaca (no sé por cuánto tiempo) y mientras disfrutaba del vaivén arrullada por el viento entre los árboles, una familia de monos pasó a saludarnos. ¡Fue algo tan mágico!

El baño es otra sorpresa. Se encuentra a unos 15 pasos de la palapa. Esto se debe a la cercanía que tiene con el cenote. Así, para no dañarlo, se construyó en una cabaña un poco más aislada. Tiene una gran ventana del techo al piso que da la sensación de estar en el exterior. Sus acabados, su bañera y la decoración ecléctica del lugar fusiona el mármol con la piedra y la madera de la región de un modo muy auténtico. Las amenidades son naturales y huelen delicioso. No dejes de darte un baño de espuma durante tu estancia. ¡Súper relajante!

¿Qué hacer en la selva?

Cualquiera pensaría que no hay mucho que hacer en la selva, sin embargo, te faltará tiempo para realizar todas las actividades que ofrece tanto el hotel como Akumal.

El temazcal, un ritual ancestral

Imposible negarme a vivir uno de los rituales más ancestrales de la historia de México. Esta es una experiencia inigualable que beneficia al cuerpo en todos los sentidos; no solo en lo físico, se cree que también ayuda a curar el alma. De hecho, las culturas mesoamericanas utilizaban este “baño de vapor” como un ritual de sanación.

El temazcal se encuentra de camino hacia el cenote, justo bajando los escalones de la palapa.

Cada temazcal es diferente. La intención primordial es sudar y así eliminar toxinas por medio del calor y del vapor. Según la tradición, esta purificación no se limita al cuerpo, mas bien refleja la conexión entre el cuerpo, el espíritu y la naturaleza. Vale mucho la pena vivir la experiencia de principio a fin y conocer más acerca de la cultura maya a través de la «abuelita», una sabia chamána que guía el ritual con su conocimiento y sus cantos.

Al salir del temazcal hay que darse un chapuzón en las frías aguas del cenote. ¡No tengas miedo! Esto ayuda a subir los niveles energéticos y genera una respuesta en el sistema inmunológico que completa el ciclo de la sanación. Ya llegados hasta este punto, ¡vale la pena terminar la experiencia como se debe!

El cenote, una puerta al inframundo

Los mayas creían que al morir había que recorrer un largo camino hasta llegar a Xibalba, el mundo de los muertos. Los cenotes se consideraban los portales o ventanas hasta ahí. Además de tener una fuerte carga histórica y energética, también son una deliciosa alberca natural con agua fresca de lluvia filtrada.

El cenote que se encuentra aquí está dentro de una cueva semiabierta. Si nunca has nadado en una cueva, no sabes de lo que te has perdido. El agua es cristalina y perfecta para los días de calor.

Convive con los animales

Muy cerca de Villas y Cenote Balam-Ha está el Akumal Monkey Sanctuary & Rescued Animals, un santuario con monos y animales rescatados. Ideal para visitar en familia. Aquí, los niños pueden interactuar con los animales, alimentarlos y hacer excursiones entre la selva. El costo es accesible y lo recaudado lo usan para investigación y proveer el mayor bienestar a los animales.

¿Qué hacer en el pueblo?

Akumal, significa «lugar de tortugas» en maya, es históricamente el primer destino turístico de todo el Caribe mexicano, ¡incluso antes que Cancún! Al estar a solo dos kilómetros del hotel, es necesario contar con un coche o una moto para ir de un lado a otro.

Explora el mundo subacuático

Nada o practica esnórquel en alguna de sus caletas como la de Kantena, Xaac, o Bahía de la Media Luna. Es muy posible que veas tortugas marinas cerca de ti. También hay corales y sus playas de arena blanca son perfectas para relajarte.

Adéntrate un poco más hasta llegar a Yal Ku, una laguna repleta de peces tropicales y coloridos, mantarrayas y barracudas. ¡Un oasis lleno de vida!

Únete al festival de arte

Te recomendamos visitar Villas & Cenote Balam-Ha a principios de noviembre. Además de que el clima fresco es ideal, en estas fechas se lleva a cabo el Akumal Arts Fest.

Es un festival lleno de arte, color, comunidad y magia que busca promover el talento artístico y alejar a los jóvenes del ocio. Muralistas de todo el mundo donan su tiempo y su obra, mientras educadores artísticos se ofrecen como voluntarios para impartir cursos y talleres. Durante el festival, en las escuelas se dan más de 60 clases de arte para los niños. Así, más y más iniciativas continúan evolucionando para el bien de la comunidad.

Para los visitantes, a lo largo del día puedes unirse a las actividades como ver a los muralistas trabajar, unirse a algún curso en el centro comunitario o en el parque de Akumal o simplemente disfrutar del festival. Desde las 5:00 p.m. hasta la 1:00 a.m. hay música, baile, espectáculos, circo callejero, malabaristas con fuego, un mercado de artesanías de la comunidad local, puestos de comida típica y mucho más.

El evento es ¡totalmente gratuito! Trabaja con donativos, si además de visitarlo quisieras aportar puedes hacerlo aquí.

¿Qué comer?

Akumal tiene restaurantes de primera categoría. En nuestra visita tuvimos la suerte de visitar algunos de ellos, aquí te dejo mis tres favoritos:

Para desayunar

Turtle Bay Cafe & Bakery

Con más de 20 años en el pueblo, sin duda este acogedor restaurante al aire libre es ya un ícono de Akumal. Su carta es variada y hay opciones para todos los gustos. Los platillos están muy bien servidos y los postres se hacen al momento. Te recomiendo el brownie de chocolate con helado artesanal, ¡es delicioso!

Aunque está abierto para desayunar, comer y cenar. Te recomiendo Turtle Bay Cafe & Bakery para empezar el día. Te queda de camino hacia la playa y los productos recién horneados de su panadería son perfectos para iniciar la mañana. Si quieres probar algo muy mexicano, pídete los chilaquiles. Si pasas por la tarde, prueba las hamburguesas ¡son espectaculares!

Para comer

La Cueva del Pescador

Todo comenzó hace 22 años, cuando un pescador local fue adquiriendo fama entre los locatarios y turistas. Al regresar de pescar, cocinaba en su pequeña cabaña (o cueva) las delicias que había capturado en el mar para sus amigos y familiares. Su cocina y sus productos frescos se fueron haciendo cada vez más populares hasta llegar a ser el restaurante para 120 personas que hoy podemos disfrutar. Es tanto su éxito, que pronto abrirá sus puertas otra sucursal de La Cueva del Pescador en el lado del pueblo, sobre la avenida principal.

Está abierto para comidas y cenas.

Obviamente, su especialidad es el pescado y los mariscos, pero cuenta con opciones de carne y vegetarianas. Yo te recomiendo el ceviche y la sopa de mariscos, ambos están para chuparse los dedos.

Para cenar

La Lunita

Ubicado en la Bahía de Media Luna, este restaurante es uno de los favoritos de locales y turistas. Está abierto para comer y cenar. En lo personal, a mí me encantó como para una cena romántica o con amigos. Es un lugar muy íntimo en el que puedes disfrutar de una comida muy original bajo el cielo tapizado de estrellas, los pies en la arena y una impresionante vista a las aguas de Akumal.

El Chef Ejecutivo, Isaac Lopera González, originario de España ha creado un menú muy fresco y original que está en cambio constante. Sus platillos fusionan la cocina mexicana, mediterránea y asiática de una manera muy interesante y perfectamente balanceada. Además, cuentan con deliciosas opciones veganas como la milanesa de risotto de shitake con cremoso de betabel o las crepas de hummus y berenjena.

Ten por seguro que todo en el menú es recomendable. Los productos son frescos y de excelente calidad. Su comida es poco convencional y no podrás encontrarla en ningún lado. Por ejemplo, las lentejas amarillas con curry, la ensalada de pulpo crujiente, los camarones rellenos de jaiba gratinados con parmesano (¡buenísimos!), solo están disponibles en La Lunita.

Al probar varias de las sugerencias del chef, experimentamos una danza armónica de sabores acompañados de una hermosa presentación. Uno de mis favoritos fue el ceviche asiático, la mezcla del coco con los mariscos es exquisita.

Además de ser buenísimo en la cocina, el chef Lopera también es un artista. En el interior del restaurante podrás ver algunas de sus obras decorando la sala con un toque contemporáneo muy especial.

Para quedarte en la naturaleza

Akumal Delivery

Al estar inmerso en el corazón de la selva, Villas & Cenote Balam-Ha no tiene en los alrededores opciones de restaurantes, sin embargo, es posible ordenar room service con solo un WhatsApp. Escríbele a Juan Carlos de Akumal Delivery para tener tu comida favorita en unos 30-40 minutos.

El servicio está disponible de 9:00 a.m. a 9:00 p.m. de lunes a sábado. No solo puedes pedir comida, él te acercará medicinas, bebidas, o incluso puede recoger las compras en el supermercado si tú haces el pedido en línea.

Su atención y servicio es increíble. Como todos los locales, es muy amigable, atento y da servicio en todos los idiomas. Puede llevarte comida de cualquier restaurante o buscar tus medicinas en las farmacias más grandes de los pueblos cercanos. Esta opción es perfecta para quedarte contemplando durante horas un mundo perdido de verdes y azules en la selva maya de Akumal.

Karla Levy

Karla es una escritora creativa, original y muy emotiva. Aunque tiene ocho años de experiencia en el área de creación de contenido, su verdadera pasión es viajar y compartir sus experiencias con el mundo. Es autora de la novela "Siete meses", llena de viajes basados en sus propias aventuras.