La ruta del tequila en Jalisco y los mejores hospedajes para recorrerla

Tequila no es la única ciudad emblemática del destilado jalisciense, pero sí es la que más. Y ahí se encuentran algunas de las mayores fábricas de la industria. Una de ellas es Mundo Cuervo, que es la más antiguas del país. Este es un sitio perfecto para conocer el mundo del tequila de una manera muy amplia, pues encuentras destilerías enormes con volúmenes de producción suficientes para satisfacer a consumidores nacionales e internacionales. Pero también algunas destilerías familiares de menor tamaño y una esencia más familiar, que nos remonta al espíritu más tradicional del tequila, previo a la popularización del destilado.

Además de descubrir destilerías, complementa tu experiencia con una visita al Museo Nacional del Tequila (MUNAT) donde no solo te enseñarán la historia y el proceso de la bebida sino que, si tomas una visita guiada, escucharás distintas historias de la ciudad y de la gente que la ha habitado a lo largo de la historia. Para finalizar la jornada, visita La Capilla, la cantina más antigua de la ciudad, donde el trago estrella es el batanga, una combinación de tequila, refresco de cola y jugo de limón.

Amatitán es una de las ciudades tequileras más emblemáticas y, por lo tanto, una visita obligada para los aficionados. Además está a solo 15 minutos en auto desde Tequila y a menos de una hora desde Guadalajara, por lo que es un destino accesible y perfecto para hacer un viaje de un día. Aquí se encuentran tequileras como Tres Mujeres, Hacienda de Oro y Hacienda San José del Refugio (Tequila Herradura), donde podrás tomar tours para ver desde el proceso de jima y el procesamiento del agave hasta el embotellado de las distintas etiquetas de cada marca, e incluso participar en degustaciones.

Inicia tu experiencia en Amatitán con un viaje en globo, a cargo de la empresa Jalisco en globo. Así, podrás ver los paisajes agaveros desde una perspectiva única. Existen distintos paquetes que oscilan entre los 2,500 y los 11,000 mxn, que te permiten volar con un grupo de amigos, con desconocidos, o bien, rentar el globo para un vuelo privado, ideal para pedidas de matrimonio o aniversarios. O simplemente para tener una mañana romántica perfecta. El paquete suele incluir desayuno o un refrigerio y una visita a una fábrica tequilera.

Teuchitlán en sí no es un sitio famoso por su industria tequilera, pero está rodeado de ciudades que sí lo son. Sin embargo, es un sitio frecuentemente incluido en la ruta del tequila (de hecho, oficialmente forma parte de ella), porque si ya estás en la zona, no te puedes perder su riqueza arqueológica. Aquí se encuentran la zona arqueológica de Guachimontones, donde se encuentran las pirámides homónimas, famosas por su forma circular. Se cree que este sitio estaba dedicado para honrar a Ehécatl, dios del viento.

A cuarenta minutos de Teuchitán se encuentra El Arenal, una de las regiones tequileras más conocidas, donde se encuentran las fábricas de algunos tequilas de menor volumen pero gran prestigio entre conocedores, como Cascahuín y Don Valente. En ambas se puede hacer recorridos y comprar botellas. Resalta por su aspecto el Castillo de Tequila, que alberga las marcas Adictivo, Lote Maestro y Tierra Sagrada. Su terraza, con vista a los campos de agave, es un gran escenario para hacer una degustación.

Si en Tequila aprendiste el origen y la forma de beber el destilado, Magdalena será tu escuela para maridarlo. Este es un lugar donde el agave se convierte en el acompañante por excelencia de platillos típicos como pozole, birria y enchiladas, con sabores tradicionales y sin pretensiones, contrario a lo que suele suceder en pueblos más grandes, donde la inmensa propuesta gastronómica hace que hasta lo más típico se convierta en gastronomía de fusión. Aquí podrás olvidarte de adornos y probar delicias típicas en sus formas más clásicas.

Además de comer, Magdalena es un paraíso para amantes de la geología y la joyería, pues aquí se encuentran unas minas de ópalo y obsidiana que cuentan con espacios accesibles para el público general. El tour que ofrece Aventúrate por Jalisco hace de esto una experiencia divertida, con actividades como picar piedra con un mazo y visita a una galería donde se puede observar el ópalo trabajado para cobrar nueva vida en forma de joyas y otros artículos decorativos.

Ahualulco es una gran oportunidad de viajar al pasado y descubrir la hacienda La Gavilana, construida a principios del siglo XVIII para la elaboración de tequila. Hoy, sin embargo, los dueños de la hacienda han modernizado la destilería, y ofrecen tequila enlatado en volúmenes de ocho onzas, pensando tanto en un aspecto ecológico (el aluminio de las latas se recicla más fácil que el vidrio de las botellas), así como en practicidad de transportar el tequila en porciones pequeñas. Así, visitar esta fábrica se convierte en una experiencia contrastante de modernidad y tradición.

Además de esta destilería de la ruta del tequila, Ahualulco destaca por una atracción peculiar: las piedras bola. Estas son unas rocas esféricas localizadas a lo largo de un bosque. Se han vuelto todo un misterio porque la comunidad científica aún discute sobre su origen y formación. En el lugar también es posible ver rastros de animales como pumas y jabalíes, así como una enorme variedad de aves.