Escápate a los Pueblos Mágicos del Estado de México

Con calles empedradas, flanqueadas por casas de fachadas blancas adosadas con cantera, el pueblo de Aculco recibe a sus visitantes. Ubicado en los límites del Estado de México con Querétaro, a tan solo dos horas de Ciudad de México, este Pueblo Mágico ofrece a sus visitantes un poblado tranquilo, hermosa arquitectura, buen vino y deliciosos quesos artesanales elaborados en los más de 60 talleres de la zona.

Aculco es un Pueblo Mágico orgulloso de su historia y tradiciones, y las comparte con sus visitantes a través de la arquitectura barroca de la Parroquia y Ex Convento de San Jerónimo, sus plazuelas, sus acueductos y la histórica Casa Hidalgo. En cuestión de bellezas naturales no se queda atrás; el paisaje árido y montañoso que rodea a este pueblo esconde cañadas, cascadas y ríos. Si te gusta la aventura tienes que visitar la cascada La Concepción, donde además de disfrutar el paisaje puedes practicar senderismo, ciclismo de montaña y rapel.

Si eres amante de la artesanía mexicana, las figuras coloridas de barro y la alfarería típica de las cocinas mexicanas, entonces tienes que visitar Metepec, un Pueblo Mágico a tan solo una hora y media de Ciudad de México. En él, te puedes perder horas y horas visitando tiendas, talleres de artesanos y hasta un museo donde puedes admirar obras tan emblemáticas de la artesanía mexicana como es el árbol de la vida.

A 20 minutos de Metepec se encuentra la capital del Estado de México, Toluca, por lo que puedes aprovechar el viaje para visitar el majestuoso Cosmovitral Jardín Botánico —uno de los vitrales más grandes del mundo— y las múltiples galerías de la ciudad. Pero si lo tuyo es la aventura y las actividades al aire libre, entonces Metepec es el sitio ideal para planear una salida al Nevado de Toluca para practicar senderismo y admirar la belleza de los lagos que se han formado en el cráter.

He visitado varias veces la zona arqueológica de Teotihuacán, pero nunca termino de sorprenderme de su poderío y majestuosidad. No pornada este es uno de los lugares más visitados por los turistas internacionales que viajan a Ciudad de México. Sería una pena que tú no lo disfrutaras estando tan cerca. Y es que la importancia del lugar la lleva en su nombre: Teotihuacán, lugar donde fueron hechos los dioses.

Para aprovechar este viaje, te aconsejo que dediques todo un día a visitar la zona arqueológica de Teotihuacán y su museo de sitio. Al día siguiente explora la parte colonial de este Pueblo Mágico compuesto por dos entidades. En San Juan Teotihuacán no te puedes perder la Catedral del Divino Redentor, el Ex Convento de San Juan Bautista y el Jardín Botánico de Cactáceas. En San Martín de las Pirámides visita el parque ecoturístico Cerro Gordo, donde se conserva la flora endémica de la zona, y la parroquia de San Martín Obispo. Si tienes un poco de tiempo extra, no te pierdas el Museo de los Murales Teotihuacanos, donde se exhibe la riqueza artística encontrada en la ciudad precolombina. Pero lo que sí no te puedes perder es un viaje en globo aerostático para admirar la zona arqueológica desde el aire.

La época de esplendor del Pueblo Mágico El Oro fue a finales del siglo XVIII y hasta principios del siglo XX, cuando minas como La Esperanza, El Consuelo y La Providencia estaban en pleno apogeo y eran extraídas grandes cantidades de oro y otros minerales. De esa época de abundancia quedan como testigos magníficos edificios que ahora se han convertido en atractivos turísticos.

Mi favorito es el Teatro Juárez, una espectacular construcción de estilo neoclásico con decoración morisca, diseñado para presentar ópera y zarzuela en aquellos tiempos. Sus salones de madera y su decoración art nouveau sin duda te transportarán a otra época. El palacio municipal es otro edificio que debes conocer, donde además de admirar su arquitectura, podrás aprender sobre la historia del poblado a través del mural Génesis Minera. Visita también el Tiro del Norte, el Museo de la Minería, la estación de tren y el mercado municipal; reserva un día para las actividades al aire libre en las presas Brockman y Villa Victoria.

Tepotzotlán es el Pueblo Mágico del Estado de México más cercano a la capital del país, a poco menos de una hora. Y este lugar es también una entrada a la historia del Virreinato, época donde se moldearon los cimientos del México contemporáneo. Este destino es ideal para parejas o para grupos de amigos que gustan de la cultura y las tradiciones.

Comienza el paseo en el Museo Nacional del Virreinato, ubicado en lo que fuera el Colegio Jesuita de San Francisco Javier, donde pinturas, esculturas, textiles, documentos y cerámicas te permitirán conocer la época virreinal de nuestro país. No olvides visitar el templo, el ex convento y la Plaza de la Cruz, todos creaciones de arte novohispano. Después de ese recorrido puedes refrescarte en la plaza principal o en los portales, donde se ofrecen bebidas y antojitos. Continúa tu viaje hacia los Arcos del Sitio, un impresionante acueducto de hasta cuatro niveles construido por frailes jesuitas a principios del siglo XVIII, donde actualmente se ofrecen actividades como caminata, bicicleta demontaña y tirolesa.

De todos los Pueblos Mágicos del Estado de México, el que tiene una mayor tradición turística es Valle de Bravo, un destino que siempre te sorprenderá con algo diferente, por lo que definitivamente necesitarás más de un día para disfrutarlo.

Ubicado a dos horas de Ciudad de México, Valle de Bravo es sinónimo de turismo de aventura con actividades como esquí acuático, canotaje, paddle surf, regata y competencias de veleros en su lago artificial. Si lo que te gusta son las alturas, este Pueblo Mágico te ofrece vuelos en parapente o ala delta. Ahora que si prefieres explorar el terreno hay opciones como paseos en cuatrimoto, cabalgatas, caminatas y recorridos en bicicleta. A todo esto se suma la oferta gastronómica del pueblo que se extiende hasta el lago con algunos restaurantes flotantes. Sin duda, este Pueblo Mágico sabe consentir a sus visitantes.