Playas de Jalisco poco conocidas que debes explorar

La primera playa de Jalisco que queremos recomendarte se localiza en el sector sur del estado, dentro de la región conocida como Costa Careyes. Por ser vecina de la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala, un santuario cubierto por selva baja, esta zona ofrece bellos paisajes, con riscos cubiertos por vegetación que penetran en el mar. Como en casi todo el litoral jalisciense, en Costa Careyes el oleaje es suavizado gracias a los islotes rocosos que salpican la bahía, lo cual te garantiza poder ingresar al mar a darte un chapuzón. Muy cerca de ahí, en dirección al sur, se localiza Playa Careyitos, que como su nombre indica cuenta con la misma belleza pero a menor escala.

Se trata de otra gran alternativa al sur del estado, a pocos kilómetros de los límites con el estado de Colima. La principal característica de Tenacatita es su diversidad: su playa principal forma parte de una amplia bahía y es vecina de un estero natural, lo cual quiere decir que el agua dulce casi se junta con el mar. Además, si continúas caminando por la arena hacia el suroeste, verás que la playa se convierte en una estrecha península cubierta de vegetación. Si buscas un paraje libre de grandes hoteles esta es tu opción, pues solo encontrarás uno. Lo que sí verás será una larga franja de arena dorada, aguas de azul intenso, un tranquilo oleaje y los típicos negocios con comida casera.

Esta playa de Jalisco también se localiza en el sur del estado, de hecho, muy cerca de nuestra anterior recomendación, Playa Tenacatita. La diferencia con ella es que Boca de Iguanas se ubica en el centro de la bahía, un poco más alejada de los riscos y atravesada por un estero tropical donde —se afirma— aún habitan los cocodrilos. Está conformada por una amplia franja de arena clara protegida por una barrera de palmeras, lo cual la ha convertido en la playa favorita de los campistas y viajeros en casas rodantes, ¡incluso hay un trailer park con instalaciones para este tipo de turismo! A pocos metros de la playa, en un promontorio rocoso, encontrarás una cueva donde los habitantes han levantado un altar a la Virgen María: una demostración de que Boca de Iguanas conserva su vibra local auténtica.

Vámonos ahora hacia el noroeste de Jalisco, ya cerca de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta. De hecho, la playa que te vamos a recomendar se encuentra del otro lado de la punta que da inicio a la Bahía de Banderas, Cabo Corrientes, que también ostenta numerosas caletas y bahías protegidas por los acantilados. En una de ellas se ubica Tehuamixtle, un pueblito pesquero con su propia playa y malecón que te van a gustar, sobre todo si viajas en auto, pues podrás estacionarte a metros del mar.

Si te consideras amante de los mariscos, también Tehuamixtle es tu sitio, pues cuenta con numerosas opciones para degustar todo tipo de platillos preparados con ingredientes recién obtenidos por los pescadores locales: verás sus barcazas salpicando la playa y atadas a los muelles. Solo toma en cuenta que, cuando la marea es alta, el oleaje suele ser potente, así que vale la pena tener precaución.

Si tu idea de una escapada perfecta a las playas de Jalisco incluye naturaleza, grandes extensiones de arena fina y pocos turistas, debes conocer Playa Quémaro. Ubicada en el sector sureño del estado, no muy lejos de Punta Pérula, este rincón de la costa del Pacífico se compone por una amplia bahía rodeada de vegetación endémica y palmeras. Lo más destacable de Playa Quémaro es la anchura de su franja de arena, lo cual la hace perfecta para quienes practican la cabalgata o participan en recorridos en cuatrimoto. A pesar de esto, la mayor parte del tiempo suele permanecer en calma y poco concurrida: el rincón que estás buscando para escapar de la rutina.

Para finalizar este recorrido por las playas de Jalisco, queremos invitarte a conocer Yelapa, una bonita bahía que comenzó a sonar fuerte entre los artistas y bohemios durante la década de los 70. A pesar del paso del tiempo, y de su cercanía con otros puertos más turísticos, Yelapa ha conservado su vibra de playita lejana, en buena medida gracias a la forma en que la selva baja desde los cerros para proteger esta bahía. Además de un amplio playón de arenas doradas y aguas de color verde profundo, sobre la orilla de la playa verás clubes de playa y restaurantes al abrigo de las típicas palapas. Tampoco faltan las típicas pangas y lanchas de pesca que, por un atractivo precio, te ofrecen surcar las aguas para conocer otras playitas a las que solo se accede por mar. Un paraíso para quienes buscan lo clásico, básico y auténtico.