Los lugares turísticos culturales de México que debes conocer

En la Ciudad de México puedes ver —literalmente— de todo. Aquí está una de las pirámides más antiguas, y desconocidas, de América: la de Cuicuilco. En esta zona al sur de la ciudad tienes también barrios tradicionales para vivir la cultura local y lugares turísticos culturales típicos de México, como Coyoacán y San Ángel, donde están las casas de Diego, Frida y Trotsky. Y si prefieres algo más movido, ¡ve a las luchas libres en la mismísima Arena Coliseo, que eso también es cultura popular!

Un barrio que fue icónico en la segunda mitad del siglo XX es la Zona Rosa. Ahora es muy desigual, con gran hormigueo de gente que trabaja en las oficinas de la zona, pero sigue habiendo sitios que debes visitar, como, por ejemplo, el Museo de Cera y el de Ripley’s, que encantará a tus hijos o el mercado de antigüedades y anticuarios de Plaza del Ángel.

Todos los mexicanos sabemos que el cura Hidalgo dio el Grito haciendo repicar las campanas de su parroquia, en la plaza de Dolores Hidalgo. Así que hay pocos lugares turísticos culturales más emblemáticos de México como este pueblo.

Es pequeño y basta un día para verlo y conocerlo. Destacan los museos de la Independencia, la casa del cura Hidalgo y del Bicentenario. Aquí nació nuestro imprescindible José Alfredo Jiménez, así que también puedes conocer su casa.

La atracción gastronómica está justo en la plaza: las nieves y helados de Dolores son excepcionales. Hay de todo: de mole, queso, nopal, cerveza, camarón, tequila, biznaga, garambullo, pétalos de rosa… de lo que te puedas imaginar, ¡y más!

Este pequeño pueblo se encuentra en el centro mismo de Michoacán, una región cuya identidad se ha conservado muy bien a lo largo de los siglos. Los mazahuas, otomíes y purépechas aún hablan sus lenguas originales y la mayoría de los pueblos de la región siguen dedicándose a la artesanía de artefactos tal y como lo planeó el tata Vasco de Quiroga en el siglo XVI.

Aquí tienes Barranca del Cupatitzio, uno de los parques nacionales más visitados de México, donde no solo disfrutarás la naturaleza, sino aprenderás más sobre la biodiversidad del país. Date luego una escapada al pueblo cercano de Paracho, la capital de las guitarras, y al volcán Paricutín, que salió de la nada en tiempos de la II Guerra Mundial.

Acapulco es algo más que una playa. Este era el puerto que nos comunicaba con las Filipinas, cuando aquel archipiélago era español y dependía del gobierno de México. Aquí llegaba el Galeón de Manila —la mal llamada Nao de China—, por aquí entraron a nuestra cultura y a nuestra mesa frutas exóticas, como el mango (manila), y la porcelana.

Date una vuelta al Fuerte de San Diego, en el centro histórico. Tiene un museo de primera que podrás disfrutar un día que tengas ganas de ver algo diferente o que haya mal clima: tus hijos disfrutarán ver en vivo las historias que han escuchado en la escuela.

En el centro de Monterrey tienes algunos de los lugares turísticos culturales más importantes del norte de México. Basta dar un pequeño paseo para ver las antiguas plazas, los Tres Museos y el sitio donde se fundó la ciudad: en los antiguos ojos de agua de Santa Lucía, que fueron reconstruidos junto con el cauce original del riachuelo. Desde aquí puedes dar un paseo hasta el Parque Fundidora, que está en el sitio de la antigua fábrica de acero que llegó a ser la número uno de Latinoamérica.

¡El cabrito está a la vuelta de la esquina! Esta es la gran especialidad culinaria de la región, que no te puedes perder y, de postre, los dulces de leche quemada.

Campeche es la única ciudad del país que aún mantiene sus murallas, una protección contra el mar, el viento y, sobre todo, los piratas. Porque, sí, hasta acá llegaron piratas y corsarios de distintos países, como lo sabe cualquier niño local, pues aquí los niños crecen escuchando las historias de estos antiguos criminales del mar.

Campeche es la puerta de la comida yucateca, que se basa en la gastronomía ancestral. Prueba por ejemplo la chaya, que es la espinaca de los mayas, y con la cual se hace un agua fresca que realmente refresca.

Querétaro es una de las estaciones imprescindible para conocer México. Querétaro también es crucial para entender la historia de México. Sus bien conservados monasterios se han transformado en vibrantes museos que no te puedes perder. Mi favorito es el de San Agustín, un convento agustino del siglo XVIII, con un patio interior labrado milimétricamente, y que hoy alberga el Museo de Arte de Querétaro, donde podrás ver lo mejor de la pintura novohispana.

También hay que conocer el convento de la Santa Cruz de los Milagros, el punto de llegada del famoso acueducto de la ciudad, con una antigua tecnología de barro y vidrio, y donde el ingenio de los monjes supo diseñar una habitación fría para conservar los alimentos mucho antes de que existieran los refrigeradores. Aquí estuvo el cuartel militar de Maximiliano y puede verse la habitación que ocupó el efímero emperador.