No necesitas cruzar fronteras, ni abordar un avión o viajar días enteros por carretera para internarte en el paraíso. Hay muchos lugares cerca de Puebla para recargar pilas. Cada que viajo a Puebla, mi ciudad paterna, con tan solo mirar su inmensa cadena de montañas —verdes casi todo el año— se me llenan los ojos de calma. El imponente volcán Popocatépetl hace volver los pies a la tierra. Los coloridos mercados invitan a explorar nuevos sabores y texturas. Y nunca falta la sonrisa de un niño lugareño que te haga sentirte como en casa.
Mis viajes a Puebla y a sus bellezas naturales son incontables, por eso te puedo asegurar que si a todo esto le sumas un excelente clima la mayor parte del año y en la mayor parte de su territorio, entonces tienes el destino perfecto para tu próxima aventura.
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