La medida del lujo en Nuevo Vallarta, sin duda, le pertenece al Grand Velas. Uno de los puntos más altos de este hotel en la playa, y que hará que quieras regresar, es su spa. Prueba el tratamiento prehispánico con chocolate, el orgánico con semillas o reserva un lugar para la Ceremonia del Agua, donde recorrerás jacuzzis, saunas y piscinas a distintas temperaturas, combinadas con inhalaciones aromáticas y vapores purificantes.
Si crees que has visto todo en materia de lujo, descansa en la suite presidencial de tres recámaras y un jacuzzi en la terraza privada con una vista increíble hacia el mar, ideal para pasar los atardeceres. En la cena, mi recomendación es el Piaf, de cocina francesa a la carta. Empieza con los ostiones con mousse de jengibre y pepino y, sí o sí, no te vayas sin ordenar el delicioso parmentier de pato confitado.
Para los que van con la familia cuentan con un Kid’s Club con actividades de pintura, juegos en la playa y área de videojuegos para los chicos, mientras los papás pueden distenderse bebiendo un coctel en alguna de sus infinity pools o jacuzzis al aire libre.