Hoteles en Huatulco con niños: un paraíso aún más divertido

A mi familia y a mí siempre nos ha gustado comer bien, así que uno de los atractivos que le vemos a Las Brisas son sus seis restaurantes. Cada uno tiene una propuesta definida y deliciosa: desde comida mexicana y especialidades árabes hasta platillos mediterráneos y de pescados y mariscos. Cada día probábamos algo nuevo.

El resort tiene cuatro playas, pero mi favorita es Playa Ventura porque pude esnorquelear en su arrecife de coral. Algunas personas preferirán Playa Manzanilla que tiene los más cómodos camastros y servicio de bar.

Los niños pueden encontrar su nuevo pasatiempo probando jugar tenis en las canchas del hotel o practicando kayak o vela. En nuestro caso, les fascinó trepar por el muro de escalada. Además, el hotel cuenta con un club de niños donde pueden hacer manualidades y jugar en la alberca con personal del hotel.

Si lo que buscas es un hotel grande, con playa privada, amplias albercas, un spa de clase mundial, actividades como voleibol playero, tiro con arco y fiestas de rock & roll en la playa, entonces elige Dreams Huatulco Resort & Spa para tus próximas vacaciones.

Hay hoteles en los que te das cuenta, desde que pones un pie en ellos, que han sido pensados para que los niños se sientan especiales. Dreams Huatulco Resort & Spa es uno de ellos. Puedes dejar a tus hijos (de entre 3 y 12 años) en Explorer´s Club, un centro de entretenimiento supervisado por profesionales en el cuidado infantil donde pasarán largas horas de diversión. Lo que a mí me hizo sentir muy tranquila es que a los pequeños les dan radio-localizadores y en todo momento te puedes comunicar con ellos para saber que están bien. Eso sí, apenas te responderán pues querrán seguir jugando con sus nuevos amigos.

Una de las albercas más bonitas que encontrarás en Huatulco es la del hotel Camino Real Zaashila, construido por el arquitecto mexicano Javier Sordo Madaleno de tal forma que se fusiona con el entorno. Además de su diseño y comodidad, en el hotel se disfruta mucho la comida. En el restaurante Chez Binni sirven cocina tradicional oaxaqueña, y ahí pude degustar una quesadilla de chapulines, muy típica de esa zona. Todo lo que se sirve en este restaurante es fresco, e incluso cuentan con una huerta de la cual obtienen muchos de sus ingredientes.

Para los pequeños de la familia hay muchas actividades planeadas. Si tienen entre 4 y 11 años pueden pasar sus días en el Club Travesuras, mientras que los niños un poco más grandes podrán practicar esnorquel, buceo, kayak, pesca deportiva y montar motos de agua. Una vez que conozcan esos deportes no van a querer dejar el mar.

Si siempre has querido hospedarte en un hotel que esté rodeado de naturaleza, pero que cuente con todas las comodidades, te recomendamos Barceló Huatulco. Es un hotel todo incluido en el cual comerás delicioso en cualquiera de sus seis restaurantes; dos de ellos ofrecen bufete y cuatro son a la carta. Para los niños fue muy especial el Barcy Water Park, pues su idea de vacaciones es estar todo el día en la alberca, deslizarse por los toboganes y crear mil aventuras. Yo me sentía muy tranquila porque en la alberca siempre hay personal calificado supervisando a los niños.

El resto del tiempo lo dividían entre el minigolf y la sala de juegos, donde practicaban hockey de mesa y billar. Le faltaba horas al día para aprovechar todas las actividades del hotel.

Los niños adoran las albercas, y el hotel Princess Mayev cuenta con dos de ellas más un chapoteadero. Parte de su encanto es que están rodeadas por jardines tropicales, al igual que el resto de las áreas comunes del hotel. De esta manera, los pequeños pueden aprender un poco sobre diferentes ecosistemas, a convivir con la naturaleza y a valorarla.

Solicita en la recepción alguno de los paseos que ofrecen por los alrededores de Huatulco. Nosotros tomamos el tour de plantaciones de café, y en compañía de un experto nos internamos en la Sierra Madre del Sur hasta encontrar las cascadas de Llano Grande. El camino es de aproximadamente dos horas, y al llegar te recibe una fresca cascada. A los niños les encanta porque pueden nadar en la tranquila piscina natural que se forma con el agua que cae desde las alturas. La siguiente parada es la finca cafetalera La Gloria, donde los pequeños disfrutaron mucho del mariposario. Por supuesto, la parte más emocionante fue ver las plantaciones de café, que se tradujeron en una deliciosa taza de esta bebida al final del recorrido. Todos regresamos felices y cansados a nuestro hotel.

La ventaja es que sabíamos que en Princess Mayev nos consentirían después de una noche de descanso. Al día siguiente, contratamos el servicio de niñera en la recepción del hotel y, de esta manera, pudimos descansar y disfrutar de un día tumbados al sol.

Hay familias muy activas que requieren un hotel cómodo, bonito, con una buena alberca, gimnasio y un club para los más pequeños. Holiday Inn Huatulco cumple con todas esas características de la mejor manera. Una de sus ventajas es su excelente ubicación, a veinte minutos del aeropuerto, 300 metros de la playa y cinco minutos de La Crucecita, donde se concentran las mejores boutiques de Huatulco. Por esta zona encontrarás galerías de arte, cafecitos y tiendas de artesanías oaxaqueñas de la más fina hechura.

En el hotel nos ofrecieron un tour en catamarán por las principales bahías de Huatulco: Cacaluta, Chachacual, Órgano, Maguey, San Agustín y Santa Cruz. Es un paseo muy divertido porque podrás ver delfines, tortugas, mantarrayas y —con un poco de suerte— hasta ballenas. Para los niños es muy emocionante ver en vivo animales que usualmente ven en sus libros.

Después de tantas actividades, el regreso al hotel siempre es muy reconfortante porque el restaurante cuenta con los platillos que más nos gustan y los pequeños pueden relajarse en su club infantil y convivir con otros chicos de su misma edad.