Hoteles escondidos, lo último para vacacionar en México

En el número 75 de la calle Santo Domingo encontrarás una pequeña puerta de madera labrada, escondida tras un velo de enredaderas. Se trata del acceso a La Puertecita, un sitio que nunca imaginarías que se localiza ahí. Una vez que cruces ese umbral descubrirás un hotel boutique de pocas habitaciones y amplísimos jardines con un arroyo, una cascada, arcos y fuentes de piedra. Disfruta del canto de las aves mientras nadas en una de sus albercas al aire libre, y si buscas una relajación más profunda, te recomendamos visitar el spa. Solicita que te coloquen pindas, un remedio herbolario mexicano que te quitará de la espalda todas las contracturas musculares.

Los días que te hospedes aquí representarán bienestar total para ti en muchas dimensiones. Además, la ventaja es que, una vez que salgas de tu hotel, podrás reconectarte con todo lo que ofrece San Miguel de Allende, ya que el hotel está a diez minutos a pie del centro histórico. Para quienes quieran estar en un edén secreto, nada mejor que este hotel.

Ubicado en una ensenada, el Hotel Secreto de Isla Mujeres es único para pasar unos días, bañarte en el mar y sentir que existe solo para ti. Es un hotel secreto porque no cuenta con un cartel que marque su presencia, ni mucho menos con señales que indiquen cómo llegar. Una vez que reserves te darán indicaciones y te estarán esperando.

Dentro podrás disfrutar de su decoración estilo Santorini, en la que abunda el blanco con detalles en azul en armonía con el cielo y el Caribe. Cada mañana podrás realizar tu entrenamiento físico en compañía del mar en su carril de nado de 20 metros. Otra cosa que te gustará es la atención personalizada que brinda su personal. Nosotros disfrutamos, además, una visita a la granja de tortugas marinas, rescatadas y protegidas para ayudarlas a regresar al mar. Las vacaciones en este hotel fueron perfectas pues encontramos un lugar privado en el que el océano, la playa y la diversión fueron los protagonistas.

Al Hotel Hacienda de Guadalupe en Valle de Guadalupe se llega por la carretera que va a Tecate. Alrededor de él no hay más que viñedos y el cielo más azul, por ello la calma que se disfruta en este hotel permite olvidar que hay un mundo fuera de este paraíso vinícola. Su arquitectura se inspira en las típicas haciendas mexicanas, de modo que no desentona con la esencia campirana de los alrededores.

Este hotel escondido es ideal para visitarlo en pareja, sobre todo si ambos son foodies pues la comida que aquí se sirve es espectacular. Lo mismo ocurre con la vista desde su restaurante, que está en lo alto de una pequeña colina desde la cual puedes apreciar los viñedos y el inmenso valle. No dejes de probar los vinos hechos allí mismo; para consentirte al extremo pide una degustación de maridaje con chocolate. Delicia y placer es el sello distintivo de la casa.

Hotelito Mío es un escondite playero en Puerto Vallarta. Sus villas privadas están enclavadas en la montaña, lo que te permite tener una vista panorámica y plena del mar. Asimismo, está a solo unos pasos del mar, de modo que podrás gozar de su playa casi privada: notarás que muy pocas personas circulan por la zona, acrecentando la atmósfera íntima. Cada villa de este hotel tiene un estilo único y los elementos naturales forman parte de la decoración; así, los pisos de madera y las paredes y techos de palma generan una sensación envolvente, de estar en medio de la naturaleza.

Es un lugar ideal para ir en pareja y reconectar el uno con el otro: ambos quedarán cautivados con los atardeceres en la alberca infinita hacia el mar. Sin duda, un paraíso para recordar los placeres simples de la vida rodeados de lujo natural.

Zoa Hotel es un hotel secreto con espacio suficiente para respirar y explorar sin sentirte agobiado por el exceso de turistas. Por ser un hotel solo para adultos, se especializa en recibir parejas que buscan tanto diversión como quietud. Su catálogo de habitaciones se compone por cinco cabañas privadas, localizadas en una pequeña colina verde junto al mar. Allí, el único sonido que impera es el de las olas chocando contra el acantilado y el del viento haciendo danzar las palmeras. Comer en el restaurante del hotel es una experiencia en sí misma, pues sirven platillos deliciosos con ingredientes locales y pesca del día.

Otro de sus atractivos son las sesiones de cine al aire libre, noches en las cuales proyectan películas clásicas que encantarán a los aficionados al séptimo arte. En Zoe Hotel encontrarás un refugio del mundo exterior para disfrutar con lujo y confort.

Imagina un verde paraje a los pies del volcán de Colima, con un gran árbol como único protagonista en un lado mientras que al otro reluce el señorial casco de la Hacienda San Antonio. Este es un hotel secreto donde el lujo se presenta en todo su esplendor pero en una modalidad que te hace sentir completamente cómodo: como en casa. Sus 22 suites y tres Grand Suites tienen vistas al jardín interior, al volcán o al río, y están listas para recibirte, ya sea en pareja o en familia, pues están abiertos a recibir niños con todas las comodidades y medidas de seguridad.

Las instalaciones te quitarán el aliento, pues su anfiteatro al aire libre es ideal para una sesión de yoga o meditación, y la alberca con vista al volcán te llenará de energía brazada a brazada. Un hotel de fantasía hecho realidad solo para tu deleite.