7 hoteles buenos y baratos en Nueva York

LIC Hotel está ubicado en una zona no tan concurrida de Queens. Lo más destacado del alojamiento es la terraza, ubicada en la parte superior del edificio. Desde allí se puede ver el Puente de Queensboro, así como los impresionantes rascacielos de Manhattan.

En una calle muy transitada de Manhattan, situado entre muchos establecimientos comerciales con carteles que muestran el alfabeto chino, se encuentra el Hotel Canal Loft. Es una alternativa cómoda en el corazón de Chinatown.

El alojamiento también funciona como hostal, por lo que además de ofrecer suites, Canal Loft también alquila camas en habitaciones compartidas en donde pueden dormir hasta cuatro personas.

Algunos hoteles son tan originales que se convierten en verdaderos iconos de sus ciudades. Este es el caso de The Jane Hotel, famoso tanto por su decoración extravagante como por sus animadas fiestas en el Jane Ballroom.

A pesar del ambiente moderno, la fachada clásica de Jane insinúa sus orígenes. El edificio fue construido en la década de 1900 como un alojamiento para marineros, con habitaciones inspiradas en los camarotes de los barcos, y que aún conservan esta característica única.

Como dato curioso, en 1912 la propiedad albergó a los supervivientes del Titanic durante la investigación del hundimiento del barco.

“Jane tiene un precio inmejorable, es la mejor relación calidad-precio en el West Village. Es básicamente un lugar para dormir, ya que las habitaciones son muy pequeñas, pero este ambiente de barco es divertido. ¡Creo que es excelente!” Dice André Fischer, quien es periodista e invitado frecuente.

Ubicado en el Meatpacking District, un barrio que cada vez tiene más atractivos culturales y gastronómicos, hoy, el establecimiento atrae a viajeros que se identifican con el estilo cool del alojamiento y sus alrededores.

Tranquilidad es la palabra para describir el Hotel Vetiver. Situado en una tranquila zona residencial de Queens, en la propiedad los huéspedes pueden relajarse y recargar energías para la próxima gira por Nueva York.

A su llegada, los viajeros son recibidos en el brillante lobby del hotel. Con una decoración moderna, sillones cómodos y venta de snacks. El espacio es bueno para socializar o simplemente pasar un rato disfrutando de una bebida y apreciar el movimiento de la calle.

Al ingresar al Q4 Hotel puedes sentir la vibrante atmósfera del espacio. Las paredes cuentan con diseños llenos de color, además el personal es sonriente y amable.

El alojamiento funciona como una mezcla entre hotel y hostal, ya que ofrece suites y camas en dormitorios con capacidad de dos a ocho personas. El entretenimiento es por cuenta del hotel, pues realizan eventos especiales como noches de juegos y karaoke al menos dos veces por semana.

En East 31st Street, un edificio destaca del resto: es el edificio número 120, donde se encuentra el Hotel 31. Los detalles clásicos de su arquitectura le dan un cierto aire de nostalgia que se remonta a la antigua Nueva York, de los años 20 del siglo pasado. Esto no es casualidad: este edificio de ocho pisos fue construido justo en ese momento histórico y llegó a ser uno de los más altos de la región en la época.

Quien garantiza la supervivencia de estos recuerdos es Gamer Sohail, un simpático caballero que lleva casi treinta años gestionando con orgullo el Hotel 31. Dice que el encanto y la decoración clásica del lugar son obra de la familia israelí que administra la propiedad desde la década de 1970.

“Este es el mejor barrio para alojarse, ya que está cerca de varias atracciones y, al mismo tiempo, no está tan concurrido como otros lugares de la ciudad, puedes caminar y caminar en paz”, dice Gamer.

En el pasado, el edificio servía de alojamiento principalmente para hombres que llegaban a la ciudad con el sueño de ganarse la vida invirtiendo en el famoso Wall Street. Hoy en día hay 60 habitaciones, algunas con baño privado, otras con baños compartidos.

En la planta baja siempre encontrarás al Sr. Sohail dispuesto a charlar y hablar sobre las curiosidades de Nueva York.

Cerramos con una opción inusual. ¿Qué te parece quedarte en uno de los barrios más interesantes de Manhattan y contribuir a una buena causa? Ubicada en East Village, la Seafarers & Internatonal House fue fundada por la Iglesia Luterana en 1873 con la misión de ofrecer refugio a los marineros que pasaron años sin ver a sus familias, haciendo escala de puerto en puerto, y ese sigue siendo el principal objetivo del establecimiento.

Es un lugar en donde no puede faltar el café caliente. Fue precisamente al degustar el café que ofrece este hotel que conocí a Domingo Dias y Grant Schuman, dos marineros de 64 y 58 años que me contaron sus experiencias, hasta parecía que éramos amigos de toda la vida.

“Hacemos viajes de 77 días con paradas de uno o dos días en lugares, a veces ni siquiera eso. Por eso es tan importante tener un lugar como este, donde podamos ducharnos, descansar y comer algo”, Me dijeron.

Hoy en día, las tarifas diarias que pagan los viajeros ayudan a garantizar el alojamiento de estos hombres, así como refugiados que buscan asilo en los Estados Unidos. Para ser “un hogar lejos del hogar”, la propiedad cuenta con varios espacios comunes llenos de sofás y sillones.