Ubicada a una hora y media de Nueva York, esta ciudad amerita un viaje propio; definitivamente no es un lugar que se visite durante un paréntesis en un viaje a Nueva York. Aquí hay mucho que hacer, sobre todo muchos museos que ver, sin importar si vas en pareja, en familia, con niños, con adolescentes o incluso solo. Su museo local de arte, Philadelphia Museum of Art, es uno de los más importantes del país, con una colección de más de 240 mil obras y objetos, entre los que se encuentran piezas emblemáticas de Van Gogh, Rubens, El Greco, Manet, entre otros.
Para intereses un poco más morbosos, Eastern State Penitentiary, una cárcel histórica por haber albergado a criminales legendarios como Al Capone y “Slick Willie” Sutton. ¿Buscas algo más alegre? Adventure Aquarium te dará la serenidad que necesitas con animales como hipopótamos, tortugas, pingüinos y una infinidad de peces… pero no sin cierta dosis de adrenalina a cargo de un grupo de pirañas y más de veinte tiburones (incluso puedes tocar algunos de ellos). Es importante señalar, si deseas visitar este sitio, que debes hacer reservación antes, como medida ante la crisis sanitaria.
Como buena ciudad de arte, su escena de galerías también es bastante impresionante. Prueba de ello es Old City, en cuya segunda y tercera calle se hospedan galerías con curadurías exquisitas y tiendas de artesanías de una calidad impresionante.