Pocas vivencias de hospedaje son tan únicas como dormir en una cabaña, pues además de permitirte conectar con el entorno natural de día, obliga a resguardarse frente al fuego durante la noche, cuando contar con un techo sencillo y muros sólidos se convierte en todo un lujo.
Si vives en la Ciudad de México y ya no aguantas las ganas de respirar aire puro y empaparte de verdor, tienes que echarle un vistazo a estos hoteles con cabañas a menos de cuatro horas de la CDMX.